
Luces, ciencia... ¡acción!
Una exposición virtual para conocer los secretos de la luz
Las plantas también se mueven
La luz juega un papel muy importante en la vida de las plantas. Además de ser la fuente principal de energía para la síntesis de su alimento, la luz es la responsable de algunos de sus movimientos. Estos movimientos pueden ser reversibles o irreversibles.
Un ejemplo de movimiento reversible de las plantas provocado por la luz es el movimiento de las hojas en algunas plantas. Estas se encuentran extendidas por el día y plegadas durante la noche. Este tipo de movimiento se llama nastia, pero se le conoce también como movimientos del sueño. Se producen para evitar la pérdida de calor cuando disminuye la radiación solar. Se produce sobre todo en especies que sufren grandes variaciones de temperatura, como las leguminosas tropicales. También corresponde a este tipo de movimiento la apertura de las flores al amanecer y su cierre al anochecer. Este tipo de control nistinástico establece un ritmo circadiano en las plantas.
Otro tipo de movimientos son los tropismos, conocidos por fototropismo cuando son provocados por la luz. Se trata de movimientos de crecimiento irreversibles. Su orientación se debe a la respuesta a fuentes unidireccionales de luz. Es un movimiento de curvatura de los órganos de la planta en relación con un gradiente de luz externo. La fuente de luz provoca distintos niveles de concentración de unas hormonas llamadas auxinas, responsables de regular el crecimiento de las plantas y que se encuentran en las zonas de crecimiento de los tallos. Estos niveles distintos provocados por la luz hacen que la planta tengan estos movimientos curvados.